La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura ha puesto en marcha el proyecto de recuperación y mejora de la red de senderos de Fuerteventura en la localidad de Tefía. Este proyecto pretende actuar sobre un total de 255 kilómetros de senderos distribuidos por toda la Isla en un total de 15 rutas. 14 de ellas de Pequeño Recorrido (<50 Km, se recorren en 1 o 2 jornadas) y una de Gran Recorrido (>50Km, varias jornadas de recorrido), atravesando de punta a punta Fuerteventura. El proyecto fue redactado por el Cabildo de Fuerteventura, cuenta con una financiación de 2’7 millones de euros procedentes del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, a través de los Fondos de Dinamización de la Economía y el Empleo; y la colaboración de los ayuntamientos, que son los encargados de poner a disposición los terrenos por los que transcurren los senderos.
Natalia Évora, consejera de Medio Ambiente del Cabildo, explicó que “este sendero es de los considerados de Pequeño Recorrido, con algo más de 12 kilómetros y enlazando las localidades de Tefía, Casillas del Ángel y Tetir, con llegada y salida junto a la Iglesia de Tefía. Es un sendero que ha sido utilizado por los vecinos de la zona durante siglos, aunque en las últimas décadas perdió utilidad. Actualmente registra el paso de muchos senderistas y puede tener una función muy interesante en el proceso de reactivación de la zona para un mejor conocimiento de nuestros núcleos rurales”.
La consejera de Medio Ambiente subrayó que el proyecto de rehabilitación de senderos “forma parte de un trabajo técnico que encargó el Cabildo y el Gobierno de Canarias hace dos años y que incluyó una serie de contactos y colaboraciones con todos los ayuntamientos para definir los senderos sobre los que actuar, su titularidad y posibles afecciones a propiedades privadas. Con esa información se elaboró un proyecto técnico que incluye la rehabilitación procurando respetarse trazado original, y añadiendo la señalética reglamentada a nivel internacional atendiendo a la distancia de cada sendero, su grado de dificultad, y duración media de recorrido”.
La propuesta está planteada además como una iniciativa que contribuya a dinamizar los núcleos rurales y aportar valor añadido a nuestro entorno rural, potenciando el senderismo y el turismo natural. “Tenemos ya buena parte de las autorizaciones municipales necesarias para poder comenzar a trabajar, aunque nos falta algún ayuntamiento. Es importante agilizar estas autorizaciones, porque sin ellas no podemos hacer nada” apuntó Natalia Évora.
El plan de recuperación de senderos de la isla de Fuerteventura comienza a actuar estos días también en los municipios de Pájara, Tuineje y Bentancuria, “el trabajo está planificado de manera que nos permita contar prácticamente con una cuadrilla de operarios en cada municipio, e forma que el avance sea simultáneo en todos los ayuntamientos, para eso es importante que se nos faciliten cuanto antes las autorizaciones municipales que faltan”, apuntó Natalia Évora.
La inversión global de este proyecto asciende a unos 2’7 millones de euros, que permitirá actuar sobre 15 senderos (1 de Gran Recorrido de Sur a Norte dela Isla, y 14 de Pequeño Recorrido, distribuidos en todos los municipios), sumando en conjunto 255 kilómetros de recorrido.
Trabajos
El plan de recuperación de senderos actúa exclusivamente sobre tramos de titularidad pública ya existentes. En ningún caso se ampliarán senderos o se ocuparán nuevos terrenos, ya que es requisitos imprescindible respetar el trazado original, que oscila entre 0’5 y 1’5 metros de anchura. El trabajo comienza con el allanamiento del recorrido en cada tramo, retirando residuos, escombros y vegetación que haya podido ir acumulándose por falta de uso. A continuación se extiende una capa arenosa compactada para consolidar el firme, siempre recurriendo a materiales de la zona que eviten cualquier tipo de impacto ambiental.
El proyecto presta una atención especial a los badenes y cruces de barranquillos y barrancos, donde se ha optado por instalar tramos de calzada empedrados, de forma que evite la posible erosión que las lluvias puedan ocasionar en invierno y faciliten el tránsito de los senderistas. También se establecen medidas de protección como pequeños muretes, en los tramos en los que exista mayor peligrosidad.
Tras las obras, se procede a instalar la señalización identificativa, con la numeración de cada sendero, su categoría, continuidad, duración estimada, grado de dificultad y kilómetros recorridos.
